lunes, 28 de enero de 2008

LAS MARCHAS EN GUAYAQUIL

¿Y cuántos fueron finalmente?

La marcha de Guayaquil efectuada el jueves 24 de Enero del 2008 que,
según los cálculos más serios y desapasionados, podría haber estado
compuesta por unas 120.000 personas, es el resultado de múltiples
motivaciones que, de no ser analizadas con objetividad, nos darán una
falsa lectura política que podría hacernos caer en errores.

La convocatoria apeló de forma difusa a un espíritu de
guayaquileñismo que se plasmó en una marcha que contenía mezclas de
reclamos que ivan desde el respeto a la autonomía municipal hasta la
libertad de Toral Salamea, desde el reclamo directo al presidente
Correa por sus inoportunas frases, hasta pancartas con imágenes
peyorativas del primer mandatario junto a Chávez y Evo Morales, con un
componente humano de gente de muchos sectores y clases sociales, donde
llamaban la atención gritos de personas de evidente condición
económica y social media y baja que se auto-proclamaban "pelucones".

Especial atención merece analizar la participación de sectores
políticos pertenecientes a la ya famosa partidocracia que tanto ha
repudiado el pueblo ecuatoriano (entre ellos el guayaquileño), que en
esta ocasión, como en otras cuando se han visto amenazados sus
intereses, se unieron para tratar de fortalecer posiciones y defender
intereses mutuos. Y allí los teníamos entremezclados como miembros de
una misma familia, a los del PRIAN, Sociedad Patriótica y
Socialcristianos junto a la renovada élite de la derecha que participó
en las últimas elecciones para asambleístas; no pudimos identificar,
sin embargo, a miembros de la ID y la Democracia Popular, quizás por
ser prácticamente inexistentes en este sector de la Patria.

¿Qué porcentaje de personas realmente respaldaban al alcalde Nebot?,
es una gran incógnita, pues desde varias semanas atrás se corrieron
rumores de que dueños de puestos en los mercados y en la bahía, entre
otros, estarían siendo presionados para que acudan a la marcha, lo
cual nadie puede comprobar, pero no se necesita ser brujo para
entender las razones de la presencia masiva de contratistas del
Municipio y Concejo Provincial y de empleados de empresas de toda
índole que, siendo sus patrones simpatizantes de la marcha, hayan
tenido que acudir forzadamente a la misma.

En conclusión, que nadie se engañe haciendo sumas simples o
calculando el perímetro de la calle Nueve de Octubre por los
centímetros cuadrados que pueda ocupar una persona, para emocionarse o
asustarse, pues sólo nos quedaremos en la periferia de un análisis que
tiene que ir más lejos y que apenas yo mismo he perfilado. Pero, si
queremos sacar lecciones de esta experiencia, la más importante es no
levantar muertos políticos ni promocionar figuras sin importancia, ni
dar argumentos para que quienes están en contra de los cambios, sumen
almas frágiles, manipulables, harteras y oportunistas, pues eso sería
proporcionarles la leña y el combustible a quienes están dispuestos a
incendiar a la Patria con tal de defender sus mezquinos intereses, que
no son los del pueblo.

William Sánchez Aveiga
Guayaquil - Ecuador

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